Hoy me trata como el pétalo de una rosa y al otro día, igual sólo que marchita
Después de haber estado con él, podrías jurar que su historia será más romántica que el final de “Pretty Woman”, pues te hace sentir que él nació sólo para ti. Sin embargo, al día siguiente que esperas que te diga algún comentario tipo: “Fui tan feliz ayer a tu lado”, lo único que recibes es un maxipingüino, ¡zaz! Su actitud cortante te macheteó el corazón, apenas te gruñe si le hablas, pero ¿por qué? Porque para un hombre es muy difícil mostrar su interior cuando se deja llevar por la turbulencia de sus sentimientos, al poco rato se siente culpable o incómodo por haberlo hecho.
Ponte a pensar que por cuestiones evolucionistas, culturales y demás, el hombre debe asumir un rol de fortaleza para cuidar de su mujer, quiere que lo veas como el inconmovible que no se doblega ante ninguna niña, siendo que en el fondo, regalaría hasta a su abuelita con tal de que le dijeras que sí. Luego entonces, cualquier cosa que lo pueda desmitificar como el “jefe” es tan peligroso como cruzar el periférico a pie.
- Milagros montero.
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