Lo olvidé ya hace muchos años, conseguí dejar de suspirar a su paso fui capaz de acabar con ese dolor que me carcomía, cerré con el tiempo la heria que estaba en carne viva, aunque de una herida mortal siempre queda una cicatriz y la cicatriz que el dejo en mi vida sigue presente. Ya no me duele saber que sus ojos castaños se posan en otros que no son los míos, eh conseguido no cambiar de semblante cuando el pasa a mi lado, he aprendido a fingir que no me doy cuenta de que existe...pero en realidad si me doy.
lunes, 13 de junio de 2011
Me doy cuenta.
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